El bloqueo en la carretera Oruro-La Paz, que había sido instalado por el transporte pesado desde el mediodía de este jueves, fue levantado tras un acuerdo para retomar el diálogo con el Gobierno, específicamente con el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen. Los transportistas exigían garantías sobre el abastecimiento de combustible y decidieron suspender la protesta para buscar una solución.
El corte de ambos carriles de la vía comenzó alrededor de las 12:00 del jueves después de que los dirigentes de la Cámara Boliviana de Transporte abandonaran una reunión con el Gobierno debido a la ausencia del presidente de YPFB. Sin embargo, horas más tarde, Dorgathen convocó a los representantes del transporte a dialogar en la planta de Senkata.
Durante la reunión, los transportistas manifestaron que, si no reciben garantías sobre el suministro de diésel por parte de YPFB, reiniciarán el bloqueo de manera indefinida. Este conflicto surge en un contexto de escasez de carburante que ha generado largas filas en las estaciones de servicio y ha afectado gravemente al transporte pesado nacional e internacional.
El 26 de junio, el Gobierno y la Unidad del Transporte Pesado, que incluye a la Cámara Boliviana de Transporte Nacional, las cámaras departamentales de Transporte e Internacional, y otros sectores del transporte pesado, firmaron un acuerdo de 12 puntos. Aunque algunos acuerdos se han implementado, la escasez de combustible sigue siendo el problema más crítico.
Los transportistas están a la espera de una solución inmediata, ya que la falta de carburante continúa provocando desabastecimiento y caos en el sector. La reunión en Senkata será clave para determinar los próximos pasos y evitar futuros bloqueos.