El Comando Departamental de la Policía de Tarija, reveló que el pasado 10 de septiembre fue aprehendido en inmediaciones del Parque Bolívar, Ariel Aramayo alias “El Zapallo”, por los delitos de Evasión y Robo Agravado. De acuerdo a los antecedentes, el sindicado pese a estar bajo la medida de detención domiciliaria, continuaba delinquiendo en la ciudad.
El director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Efraín Gutiérrez, informó que gracias a un importante trabajo de inteligencia, fue capturado Aramayo dicho día en la feria de Villa Fátima y en su poder tenía una motocicleta de color rojo.
“Esta persona tiene un frondoso prontuario delictivo, por delitos de carácter patrimonial, pues su modus operandi es cometer estos robos a bordo de su motocicleta, pero lo llamativo esque tenía una medida domiciliaria, pero no fue suficiente para que continúe delinquiendo”, mencionó.
Asimismo, Gutiérrez manifestó que Aramayo no tenía escolta policial y tampoco tenía derecho a trabajar, por esta razón tras ser puesto el caso ante el Ministerio Público, fue imputado por el delito de Evasión.
“Tenemos unas 10 denuncias en su contra y por esta razón pedimos a la población que pueda identificar a este sujeto en el caso de existir ciudadanos que hayan sido sus víctimas”, refirió.
Finalmente, Gutiérrez recordó que “El Zapallo” es uno de los delincuentes que está dentro de los que tienen más antecedentes penales en la ciudad de Tarija, pues por año es capturado aproximadamente entre 3 a 4 veces.
“Este es un llamado para nuestras autoridades judiciales, pues la Policía no puede estar escoltando a personas con esta clase de antecedentes penales, pues consideró que sujetos como este tienen que estar con detención preventiva en el penal de Morros Blancos”, finalizó.
El apunte
La investigación sobre el caso proxenetismo continúa
La FELCC departamental de Tarija, reveló que dos personas fueron enviadas con detención preventiva al penal de Morros Blancos por el delito de proxenetismo, pues tenían bajo su poder dos viviendas, una en el barrio San Bernardo y otra en el barrio San José, que funcionaban con lenocinios uno de estos era clandestino, pero el segundo tenía la autorización de la Alcaldía.
Al respecto, más de 10 mujeres que trabajan en estos locales, declararon que no son explotadas, más al contrario piden a la Fiscalía que cierre la investigación, pues argumentan que necesitan trabajar para mantener a sus familias.
Fuente: El Periódico