Comer carne de res en Cochabamba se ha convertido en un lujo cada vez más inaccesible. En los últimos días, el precio del kilo de carne blanda se elevó hasta Bs 62, cuando semanas atrás se encontraba entre Bs 52 y Bs 55.
La carne molida también sufrió un incremento, pasando de Bs 42–44 a Bs 46 por kilo, dependiendo del tipo de corte. Este aumento afecta directamente a los bolsillos de los consumidores y ha generado una notable caída en las ventas en los mercados populares.
«Antes la carne blanda estaba en 52, 55… ahora ya está en 60, 62. La carne molida también subió bastante», comentó una vendedora preocupada por la falta de clientes.
La situación se agrava debido a la escasez de ganado. Comerciantes denuncian que hay dificultades para abastecerse desde Santa Cruz. “Nos dicen que no hay ni ganado para comprar allá. Eso pasa porque siguen exportando carne ilegalmente, y nadie controla”, afirmó otra vendedora.
El pollo también se ha encarecido, alcanzando entre Bs 20 y 21 el kilo, incluido el menudo. “Cada vez que se acerca una fiestita, el pollo sube. Todo sube y la gente se queja porque ya no alcanza”, añadió.
En los mercados, los puestos lucen más vacíos que de costumbre. “Es difícil vender con estos precios tan altos. La gente ya no compra. Estamos esperando que bajen los precios, pero suben cada día. Ya no es de centavo en centavo, ahora sube de boliviano en boliviano”, expresó otra comerciante.
En este contexto, las amas de casa continúan ajustando sus presupuestos y buscando alternativas más accesibles para alimentar a sus familias.