El Gobierno de Bolivia, mediante un nuevo decreto supremo, ha implementado medidas que flexibilizan los trámites para la importación privada de combustibles, tanto para consumo propio como para su comercialización. Según el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, esta decisión fue desarrollada en coordinación con sectores clave como el agropecuario, minero, industrial y de construcción, con el objetivo de optimizar los procesos y facilitar el acceso a combustibles líquidos.
Entre las principales modificaciones destacan la reducción de requisitos, la simplificación de procedimientos y la extensión de la vigencia de las autorizaciones de importación de uno a tres años. Este cambio permitirá a las empresas planificar con mayor estabilidad sus operaciones financieras y logísticas. Asimismo, trámites relacionados con certificados, autorizaciones y registros de sustancias controladas han sido simplificados para agilizar el proceso.
Actualmente, 36 empresas están autorizadas para importar combustibles con fines de consumo propio, y una adicional para comercialización. Con esta flexibilización, el Gobierno busca fomentar la participación privada en el suministro de combustibles líquidos, un aspecto crucial para sectores exportadores que disponen de acceso a divisas.
El ministro Gallardo destacó que esta medida está diseñada para garantizar el abastecimiento interno y responder a las necesidades de sectores estratégicos como el agrícola y el minero. Además, se espera que la nueva normativa contribuya a diversificar las actividades económicas, fortaleciendo la economía boliviana en un contexto de alta demanda energética.