En el municipio de Tarata, ubicado en el Departamento de Cochabamba, se ha logrado completar la restauración de la bóveda del Templo de San José, un monumento nacional que había sufrido graves deterioros y colapsos desde 2015. La restauración ha durado aproximadamente dos años y casi nueve años de gestión para poder llevarla a cabo, con la ayuda de creyentes bolivianos en el exterior.
El Colapso y la Restauración
La bóveda del templo sufrió un colapso en 2015, lo que obligó a iniciar un arduo proceso de restauración. El financiamiento de la restauración provino de la comunidad boliviana en países como España, Italia, Estados Unidos y Alemania, quienes apoyaron la recuperación de este importante patrimonio histórico y cultural.
“El pasado 2015 se registró un colapso de la bóveda. Ahora se ha recuperado este monumento nacional”, expresó el padre del Templo San José.
Durante el proceso de restauración, se realizaron importantes descubrimientos, como el hallazgo de un ascensor en el atrio del templo que permitía guardar la imagen del Santo. Este descubrimiento fue revelado por el arquitecto encargado de la obra, quien destacó la relevancia de este elemento dentro de la historia del templo.
Cuadros y Elementos Históricos Rescatados
El trabajo de restauración también permitió recuperar y restaurar varios cuadros antiguos, con un total de 16 retratos datados de los siglos XVII y XVIII, que fueron recuperados y ahora adornan el templo para que los feligreses puedan apreciarlos.
“Esto da un esplendor nuevo al templo, para que puedan ser apreciados por los feligreses”, destacó el párroco local.
La Capilla de Velas y Nuevas Adiciones
Además de la restauración de la bóveda, se amplió y mejoró la capilla de velas de San Severino, patrono del Templo San José. En este espacio se pueden apreciar imágenes que previamente se encontraban en depósito, como Santa Clara, San Francisco de Paula, la Virgen de Lourdes, la Virgen de Copacabana (un regalo de un fraile), y un espacio reservado para la imagen de la Virgen de Guadalupe, que será enviada desde México.
Por último, uno de los detalles más singulares de esta restauración es una ovejita que ahora se encuentra a los pies del atrio, completamente restaurada, añadiendo un toque de frescura y simbolismo a la obra.