La producción arrocera en Bolivia enfrenta una crisis sin precedentes. Inundaciones, escasez de combustible y el alto costo de semillas han puesto al sector en emergencia. Según Gary Soria, productor del norte integrado, las pérdidas en las áreas de cultivo alcanzan el 70%.
“El arroz es el alimento básico de las familias bolivianas, pero estamos perdiendo tiempo crucial para la siembra por la falta de combustible. La logística y las semillas son carísimas, llegando a 1,500 dólares por tonelada”, afirmó Soria.
El precio del arroz ha subido significativamente, variando entre 5 y 8 bolivianos por kilo, y se espera que el quintal alcance los 1,000 bolivianos. “Comerse un arroz con huevo será un lujo si no se toman medidas inmediatas”, advirtió Soria.
Los productores piden apoyo gubernamental, créditos accesibles y soluciones urgentes para reactivar la producción y evitar una crisis alimentaria en 2025.