En una declaración contundente, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, acusó al expresidente Evo Morales de intentar desestabilizar Bolivia con el objetivo de regresar a la presidencia. Del Castillo calificó la movilización liderada por Morales, conocida como la «Marcha de la Muerte», como un intento deliberado de provocar una guerra civil para alcanzar sus intereses electorales.
Según Del Castillo, Morales y sus seguidores están promoviendo la violencia y el enfrentamiento para crear una convulsión social que les permita acceder al poder por la fuerza. El ministro mostró videos en los que Morales hace alusiones a posibles escenarios de crisis, y también presentó grabaciones de figuras del ala evista que abogan por medidas extremas para lograr sus objetivos.
Del Castillo subrayó que la marcha, que comenzó en Caracollo y tiene como destino La Paz, no solo busca desafiar al gobierno actual, sino también cuestionar al Tribunal Supremo Electoral (TSE) por presuntamente intentar marginar a Morales del liderazgo del MAS.
El ministro afirmó que Morales ha pasado de ser una víctima de golpe de Estado a convertirse en un «golpista confeso». Además, denunció que los recientes disturbios han dejado al menos 13 policías heridos y han incluido secuestros de personas.
Del Castillo advirtió que el Gobierno actuará con firmeza ante cualquier intento de golpe de Estado, utilizando todos los recursos legales a su disposición. Resaltó que, a diferencia de Morales, el presidente Luis Arce es el presidente de todos los bolivianos y no de facciones o grupos específicos.
