La escasez y el incremento del precio del aceite vegetal se han convertido en una preocupación creciente en todo el país. En Tarija, el litro de aceite Fino ha llegado a venderse entre 25 y 28 bolivianos en los mercados, mientras que en las tiendas de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), el producto se mantiene a un precio regulado de 14 bolivianos por litro, aunque bajo condiciones de venta restringida.
En los puntos de venta de Emapa se han registrado filas desde la madrugada, debido a la alta demanda. Actualmente, el aceite solo puede adquirirse en un combo obligatorio, que incluye dos litros de aceite más un cereal por 37 bolivianos, según reportaron vecinos a Tarija Conecta. Además, este miércoles, la empresa estatal redujo la cantidad máxima por persona, pasando de tres a solo dos litros.
La situación se repite en otros departamentos. En Santa Cruz, principal productor de soya del país, el precio del aceite refinado subió de 14 a 20 bolivianos por botella (900 ml) en una semana. En La Paz, los precios superan los 22 bolivianos en mercados y supermercados.
Ante la creciente demanda y el alza sostenida de precios, el Gobierno nacional anunció que reforzará el control de ventas a través de Emapa, luego de que se triplicaran las ventas en los últimos días. Esto ha generado preocupación por una posible escasez generalizada en todo el país.
Desde la ciudadanía, crece la percepción de que la situación es insostenible, y se exige al Gobierno medidas urgentes para garantizar el abastecimiento de un producto esencial en la canasta básica de las familias bolivianas.