Luis Fernando Romero, presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, advirtió este lunes que el reciente incremento salarial anunciado por el presidente Luis Arce —10% al salario mínimo nacional y 5% al haber básico— tendrá serias consecuencias para la economía boliviana en 2025.
Romero señaló que este ajuste es el más alto de los últimos siete años, realizado en un contexto de mayor inflación y bajo crecimiento económico, lo que configura un cuadro de estanflación. “Se viabilizó un incremento más elevado a las expectativas de los agentes económicos, lo cual generará mayor incertidumbre en los mercados y, con seguridad, una subida del precio del dólar paralelo”, sostuvo.
Entre los principales efectos, el analista mencionó la posibilidad de una inflación más elevada, incremento de la informalidad, inestabilidad laboral, contracción de la inversión privada, mayor ralentización económica y un aumento de la pobreza en el país.
Romero explicó que el gobierno financiaría este incremento mediante un reajuste presupuestario, reducción de la inversión pública, emisión de deuda interna o expansión de la masa monetaria, mientras que el sector privado podría verse obligado a enfrentar mayores precios, recortar costos o implementar despidos progresivos.
Finalmente, calificó la medida como “un incremento temerario, nada sensato y muy político”, advirtiendo que sus efectos negativos comenzarán a manifestarse en el corto y mediano plazo.