El tradicional pan de Bs 1, que durante años fue símbolo de abundancia en las mesas tarijeñas, hoy genera indignación entre la población por su notable reducción de tamaño. Lo que antes era un pan capaz de dividirse en cuatro partes y compartir con toda la familia, ahora apenas cabe en la palma de una mano.
Vecinos de la ciudad de Tarija y de comunidades como San Lorenzo o Lajas, donde el pan artesanal tiene gran prestigio, aseguran que el precio se ha mantenido pero el producto ha disminuido drásticamente en tamaño y peso.
“Antes ese pan era suficiente para acompañar el té de toda la familia, ahora no alcanza ni para uno”, comentó doña Rosita, una vecina del barrio San Jorge.
El reclamo se da en medio de una crisis económica y una creciente preocupación por el alza de precios de productos básicos. Además, muchos consideran que no existe un control adecuado del peso y tamaño en productos como el pan, lo que termina afectando directamente a los bolsillos de los consumidores.
Desde las autoridades locales no se ha emitido aún un pronunciamiento oficial, aunque los consumidores exigen controles más estrictos y transparencia en los precios y presentaciones.
Fuente: Tarija Conecta