Juan José Zúñiga, excomandante del Ejército boliviano, rompió el silencio desde la cárcel de El Abra, donde permanece recluido desde hace ocho meses, acusado de terrorismo y alzamiento armado tras la irrupción de tropas militares en la Plaza Murillo el 26 de junio de 2024.
En una entrevista con ERBOL, el exgeneral afirmó que sus acciones fueron motivadas “por la patria”, evitando profundizar sobre los hechos debido a la investigación en curso. Sin embargo, aseguró que “la verdad se sabrá en su momento”.
Durante su reclusión, Zúñiga redacta sus memorias “minuto a minuto”, con la intención de publicarlas en un libro que podría titularse Mi Lucha o Las Razones de mi Lucha.
A pesar de estar en un penal de alta seguridad, Zúñiga es tratado con respeto por algunos reclusos que le saludan como “mi general”. Su celda, ubicada en un piso superior del Bloque C, tiene una puerta metálica negra con tres candados y cuenta con baño privado.
El exgeneral afirma que su detención no es el final de su historia y mantiene la esperanza de salir en libertad. Mientras tanto, continúa escribiendo y esperando el desenlace de su proceso judicial.