La comunidad del barrio Buen Samaritano, en Los Lotes, Santa Cruz, fue sacudida por un terrible crimen que dejó perplejos a todos sus habitantes. Rafaela, una niña de 12 años, fue brutalmente asesinada por su hermano mayor, Mateo, de 14 años, quien le propinó 21 puñaladas antes de huir de su casa en bicicleta.
El trágico suceso ocurrió la tarde del jueves, cuando los adolescentes se encontraban solos en su vivienda. La madre, al regresar a casa, encontró a su hija sin vida en la cocina y alertó a los vecinos con gritos de auxilio.
“Me dijo mi madre que el niño la apuñaló a la niña y que su madre llegó y la pilló a la niña en el piso”, relató un vecino del barrio.
Testigos aseguran que los hermanos se comportaban de manera normal horas antes del crimen, incluso compraron una gaseosa juntos y jugaron cerca de una tienda local. “No esperábamos algo así; se los veía tranquilos”, comentó un residente.
Tras el ataque, Mateo huyó del lugar en bicicleta. Fue detenido horas después en inmediaciones de Tránsito, sobre la avenida Santos Dumont. Las autoridades han iniciado investigaciones para esclarecer las causas y motivaciones de este acto violento.
El término técnico para este tipo de homicidio, en el que una persona mata a su hermano o hermana, es “soricidio”, aunque no está contemplado explícitamente en el Código Penal boliviano.
La comunidad del barrio Buen Samaritano permanece conmocionada y exige justicia por la muerte de la pequeña Rafaela, mientras que los especialistas llaman a reflexionar sobre la atención psicológica y emocional de los jóvenes.