La Intendencia Municipal de Tarija ha denunciado una serie de amenazas y amedrentamientos hacia su personal por parte de comerciantes ubicados en las inmediaciones del CRAMA y el CERCAT, ubicados en la zona del mercado campesino. Ante esta situación, el intendente municipal, Carlos Camacho, anunció que se está evaluando la posibilidad de suspender los operativos de control en estas áreas.
Camacho señaló que estos operativos son fundamentales para garantizar la calidad en la comercialización de los alimentos, asegurando que los productos sean vendidos a un precio justo y con el peso correspondiente. Sin embargo, a pesar de la importancia de estos controles, los comerciantes se han mostrado reacios y se han negado a permitir el ingreso de los agentes de la Intendencia, lo que ha generado confrontaciones y amenazas hacia los funcionarios.
«Como Intendencia Municipal no vamos a permitir este tipo de hechos. Por eso, estamos enviando una nota a la administración de la Cooperativa del CERCAT para que nos expliquen bajo qué normativa se impide el ingreso de la Intendencia para realizar los operativos», declaró Camacho.
El intendente también recalcó que el mercado campesino es una de las áreas de mayor afluencia de personas, y que los comerciantes deberían respaldar y exigir que los operativos se realicen de manera constante para garantizar la seguridad alimentaria de la población. A pesar de que el CERCAT es una entidad privada, la Intendencia tiene la obligación de velar por la seguridad alimentaria y los derechos de los consumidores, según lo estipulado por la normativa municipal.