El puente «4 de Julio,» una de las infraestructuras más debatidas en la historia reciente de Tarija, está a punto de ser inaugurado. Este martes se llevará a cabo la última prueba de carga, marcando el final de un proyecto que inició en 2018 y que estuvo en peligro de quedar abandonado.
El alcalde Johnny Torres Terzo, al asumir su gestión, enfrentó el dilema de decidir entre dejar el puente como un “monumento al fracaso” o finalizarlo. Optó por lo segundo, contratando a la empresa «Asociación Accidental San Roque» en 2022 para retomar las obras tras rescindir el contrato con la empresa anterior, Convisa.
El pasado viernes, se realizó la recepción provisional de la obra junto con la prueba de luces, confirmando el funcionamiento de la iluminación del puente. Según Torres Terzo, ya se tensaron los cables y se eliminaron las pilas provisionales, dejando al puente en condiciones óptimas para la última etapa de evaluación.
“Miren la Villa Olímpica, más de 15 años abandonada. No podíamos permitir que algo similar ocurriera en pleno corazón de la ciudad. Este puente sobre el río Guadalquivir debía ser terminado por responsabilidad con los tarijeños,” afirmó Torres.
El proyecto, que conecta importantes áreas urbanas de la ciudad, fue concebido como una solución para mejorar la movilidad urbana. Con su pronta habilitación, se espera que se convierta en un símbolo de desarrollo y compromiso.
El gobierno municipal ha asegurado que la infraestructura cumple con todos los estándares técnicos necesarios para garantizar su seguridad y funcionalidad. Tras la prueba de carga, se prevé que la inauguración oficial sea anunciada en los próximos días.