El defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, se pronunció respecto a la situación en el Trópico de Cochabamba, donde la Policía Boliviana fue replegada tras amenazas y agresiones durante los bloqueos liderados por sectores evistas. Callisaya subrayó la importancia de que la Policía retome su presencia en la región para garantizar el orden público y los derechos de la población.
“La Policía Boliviana tiene el mandato constitucional de mantener el orden público en todo el territorio nacional. El Estado es garante del ejercicio de los derechos y para eso tiene brazos operativos como la Policía. No debería ser una paradoja que la propia Policía tenga que pedir garantías”, afirmó en conferencia de prensa.
El retiro de los efectivos se dio durante un bloqueo de 24 días, en el que se registraron agresiones contra miembros de la Policía. Sin embargo, recientes hechos violentos en la zona, como el asesinato múltiple de cinco personas, han encendido las alarmas sobre la ausencia de seguridad en la región. Según investigaciones iniciales, las víctimas estaban involucradas en actividades ilícitas relacionadas con la compraventa de armas.
Callisaya pidió que estos hechos sean investigados con celeridad y dejó claro que no deben confundirse con prácticas de justicia comunitaria o indígena, ya que se trata de actos delictivos.
Por su parte, el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, afirmó que, pese a las agresiones sufridas, la Policía sigue realizando sus labores para brindar seguridad y justicia. “Pese a esas vicisitudes, tenemos que dar certidumbre a la población. Tiene que haber justicia”, aseguró.
El caso sigue bajo investigación, mientras varios sectores señalan que podría haber intereses subyacentes en los hechos ocurridos en el Trópico.
