El pasado miércoles, los carniceros de Tarija salieron a las calles para expresar su rechazo al aumento constante del precio de la carne y la creciente exportación de este producto. Según los comerciantes, estas prácticas están limitando el abastecimiento interno, lo que ha derivado en precios más altos para los consumidores finales.
En medio de un contexto de crisis, los carniceros exigieron al Gobierno una intervención urgente para regular los precios de la carne y dar prioridad al abastecimiento nacional. Plantearon que las exportaciones solo deberían permitirse cuando haya un excedente suficiente para asegurar la disponibilidad del producto en el mercado interno.
La manifestación en Tarija forma parte de un paro indefinido que los carniceros están llevando a cabo en todo el país desde hace tres días. Durante este tiempo, sus demandas incluyen una reducción en el precio del kilo gancho y la mejora de la calidad de la carne destinada al consumo local. Los líderes del sector han argumentado que las actuales políticas de exportación están afectando gravemente tanto a los comerciantes como a la población.
Aunque el Gobierno ha propuesto abrir un diálogo para encontrar soluciones, los dirigentes del sector han dejado claro que mantendrán el paro hasta que se implementen cambios concretos que garanticen el abastecimiento del mercado interno y una mejora en las condiciones del comercio de carne.