El pasado lunes, el expresidente Evo Morales presentó un documental que detalla el ataque armado que sufrió el 27 de octubre, cuando los vehículos en los que viajaba fueron alcanzados por 18 disparos. En una conferencia virtual con periodistas del exterior, Morales reiteró su acusación contra el gobierno de Luis Arce y los Estados Unidos, a quienes responsabiliza por el ataque.
El video de 24 minutos, que fue acompañado por imágenes de cámaras de seguridad proporcionadas por propietarios de viviendas y sindicatos del Trópico de Cochabamba, muestra los detalles del incidente ocurrido cuando Morales se dirigía a su programa de radio Kawsachun Coca.
Morales sostuvo que este ataque tiene relación con el interés internacional sobre los recursos naturales de Bolivia, particularmente el litio, y acusó al “imperio” y a sectores de la derecha de estar detrás de este atentado, en lo que él considera un intento por desestabilizar al proceso de cambio iniciado con su gobierno. Según Morales, este atentado forma parte de lo que considera el «segundo golpe de Estado», después del primero en 2019.
El exmandatario también negó las acusaciones de que se tratara de un “autoatentado”, asegurando que no portaba armas y que su equipo había sido rechazado cuando solicitó llevar armas en 2022. Además, calificó la situación actual como peor que en las dictaduras militares, pues, según él, ahora se involucran a grupos civiles violentos.
En su intervención, Morales también hizo un llamado a la comunidad internacional y a los periodistas para que se investigue el hecho. “Lo que queremos es que se investigue y que nos ayuden a investigar”, pidió.
El expresidente también se refirió a las recientes decisiones del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que lo inhabilitaron políticamente y le retiraron la sigla del MAS-IPSP, calificándolas como «inconstitucionales, ilegales e ilegítimas».