El pasado jueves, los diputados y concejales del Movimiento Al Socialismo (MAS) pertenecientes a la facción evista manifestaron su rechazo a la sentencia constitucional que valida el Congreso del MAS realizado en El Alto, entregando la sigla del partido a Grover García, dirigente del ala arcista. La sentencia, emitida por la Sala Cuarta del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), fue cuestionada por los evistas, quienes la consideran nula debido a la supuesta autoprorrogación de los magistrados responsables.
La diputada evista Gladys Quispe declaró que no reconocen la validez de la sentencia, acusando a los magistrados de actuar fuera de la ley, ya que sus mandatos habían expirado en la gestión anterior. Quispe enfatizó que, a pesar de la decisión, seguirán firmes bajo la dirección de Evo Morales, a quien consideran el único presidente legítimo del MAS.
Por su parte, el diputado Renán Cabezas criticó al Gobierno, indicando que no necesita la Asamblea Legislativa para gobernar, sino solo de «dos abogados» que estarían llevando al país a la crisis. Además, la concejal Wilma Alanoca señaló que el objetivo de la decisión judicial era ocultar la crisis económica en Bolivia.
La situación refleja la división interna dentro del MAS, con enfrentamientos entre las facciones lideradas por Evo Morales y Luis Arce. Los evistas, por su parte, mantienen su apoyo a Morales y aseguran que en las elecciones futuras se impondrán.