El expresidente Evo Morales ha admitido públicamente que posee dos escopetas, afirmando que las utiliza en su “chaco” (zona agrícola) en el oriente boliviano. Durante su programa dominical, Morales explicó que, tras regresar de Argentina y comenzar su labor como pequeño agricultor, compró una escopeta. Sin embargo, no especificó que haya realizado el trámite para registrarla. En cambio, solicitó autorización “telefónicamente” al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
“Pedí telefónicamente al ministro de Gobierno que me dé autorización (para su uso), (porque) tengo que cumplir con la legalidad. Seré muy sincero, en vez de mandarme licencia de la escopeta, me mandó una escopeta con licencia”, declaró Morales. Este comentario surgió en respuesta a las revelaciones de Del Castillo, quien en una conferencia de prensa anterior mencionó que el líder cocalero posee al menos tres armas, de las cuales dos están registradas.
El ministro Del Castillo hizo estas declaraciones un día después de un operativo policial en la carretera entre Villa Tunari y Lauca Ñ, en Chimoré, donde se reportó que Morales y su comitiva “fugaron” tras un intento de requisición. Según el ministro, durante la fuga, los ocupantes del vehículo de Morales dispararon contra los efectivos, lo que provocó una persecución policial.
Morales, al ser cuestionado sobre las armas, respondió que no portaba ninguna y calificó la situación como un “atentado” contra su vida. Afirmó: “No tenemos ninguna arma. ¿Qué arma portamos? Ni palo tenemos”. Sin embargo, también reiteró que las escopetas que tiene son exclusivamente para su trabajo agrícola en el chaco.
Este intercambio de declaraciones entre Morales y Del Castillo refleja la creciente tensión política en Bolivia, así como la preocupación por la legalidad del uso de armas por parte de figuras públicas en el contexto de la actual crisis social y política.