Juan Ramón Quintana, exministro de la facción evista del Movimiento Al Socialismo (MAS), ha realizado una profunda reflexión sobre los bloqueos que actualmente afectan al país, afirmando que “se alimentan a través de la sangre” y representan un “rito de defunción del poder”. En una entrevista con Abya Yala, Quintana destacó que la violencia y la represión contra los manifestantes intensifican la situación, señalando que “cuando hay compañeros que son golpeados, heridos o asesinados, el bloqueo termina siendo, prácticamente, el rito de defunción del poder”.
A cinco días del inicio de las protestas, los bloqueos han logrado aislar a Cochabamba del resto del país, con 14 puntos de bloqueo registrados por la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC). Quintana enfatizó que “estamos llegando a un punto crítico” y advirtió que “una chispa puede incendiar la pradera”.
Estas declaraciones se producen en un contexto de acusaciones por parte del Gobierno, que ha calificado los bloqueos como un intento de desestabilización, responsabilizando al expresidente Evo Morales y sus seguidores por los “grandes perjuicios” a la economía nacional.
La protesta exige la atención del Gobierno a los problemas económicos, políticos y sociales que enfrenta Bolivia, incluyendo la escasez de combustibles y dólares. Tras un llamado al diálogo por parte del Gobierno, la dirigencia del Estado Mayor del Pueblo ha condicionado el encuentro al cumplimiento previo de 10 puntos, siendo el principal el “cese de la persecución jurídica” contra Evo Morales, quien está involucrado en un escándalo de supuesto estupro y no se presentó a declarar ante la Fiscalía Departamental de Tarija. Además, se exige la abrogación de varios decretos, incluido uno que prohíbe la venta de gasolina y diésel en bidones.