En un giro reciente en la disputa política entre Evo Morales y Luis Arce, el expresidente Morales se pronunció sobre las denuncias que ha realizado contra los hijos del actual presidente, afirmando que «la familia es sagrada». Esta declaración se produce en medio de acusaciones de supuestos actos de corrupción en los que estarían involucrados los hijos de Arce.
Desde septiembre de 2022, Morales ha denunciado un presunto “negocio familiar” que involucra a la familia del presidente. A pesar de sus afirmaciones, solo se ha presentado una denuncia formal ante la Fiscalía, la cual fue desestimada por “inconsistencias”. Sin embargo, Morales ha persistido en sus acusaciones, señalando especialmente a Marcelo Arce Mosqueira, a quien atribuye beneficios de empresas relacionadas con la explotación de litio en Bolivia.
La controversia se intensificó recientemente cuando se conoció una orden de aprehensión contra Morales por un caso relacionado, que fue posteriormente anulada por un juez en Santa Cruz. En respuesta a preguntas de la prensa sobre este tema, Morales expresó su descontento, pidiendo a los periodistas que no se metan con la familia.
La respuesta de Arce a las acusaciones de Morales no se hizo esperar. En una ocasión anterior, el presidente ya había manifestado: “No se meta con mi familia”. Sin embargo, Morales continuó lanzando dardos hacia la familia Arce, reiterando sus afirmaciones de corrupción desde su programa dominical.
Marcelo Arce, por su parte, respondió a las acusaciones en su cuenta de X, exigiendo que Morales presente pruebas ante las autoridades judiciales correspondientes. La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, también defendió a los hijos de Arce, asegurando que están dispuestos a colaborar con cualquier requerimiento de la justicia.
La tensión entre Morales y Arce ha ido en aumento, con el exmandatario acusando al actual presidente de intentar proscribir al Movimiento Al Socialismo (MAS) y de impulsar su propia candidatura para las elecciones de 2025. Este conflicto refleja la profunda división política que persiste en Bolivia, con las familias Arce y Morales en el centro de la controversia.
