El expresidente Evo Morales ha dado un giro a su reciente ultimátum, aclarando que no estaba dirigido a un cambio de ministros, sino a exigir al gobierno de Luis Arce que atienda la problemática de la escasez de combustibles.
En una conferencia de prensa realizada este martes en el Trópico de Cochabamba, Morales admitió que se equivocó al dar un ultimátum al presidente Arce para que cambiara a sus ministros en un plazo de 24 horas. En realidad, el plazo que propuso era de 48 horas para que el gobierno aborde la crisis del abastecimiento de combustibles.
“Cuando dijimos que cambien ministros para mejorar la gestión, no estamos diciendo ‘fuera Lucho’. Lo que hemos pedido claramente es que renuncien los ministros corruptos, narcos y discriminadores”, afirmó el líder cocalero, al tiempo que mencionó a varios ministros que considera problemáticos, incluyendo a Iván Lima (Justicia) y Eduardo Del Castillo (Gobierno).
Morales también se refirió al comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, que denunció sus declaraciones como una amenaza al orden democrático, calificando la información de «totalmente tergiversada». Aclaró que el cumplimiento del plazo no implica que habrá movilizaciones inmediatas, subrayando que una evaluación sobre futuras acciones se llevará a cabo en una reunión programada para el jueves en Cochabamba.
“Eso no significa que después de 24 horas o 48 horas, va a haber movilización. Tenemos reunión de evaluación el jueves”, reiteró. En este sentido, enfatizó que su intención es que el gobierno mejore la gestión del suministro de combustibles, un tema que considera crucial para el bienestar del país.