El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, lanzó un desafío directo al exministro Carlos Romero, pidiéndole que demuestre la existencia de “grupos de choque” en la Dirección General de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados (Dircabi) en El Alto. Esta declaración responde a las acusaciones de Romero, quien sostiene que el Gobierno ha financiado la movilización de grupos violentos para desestabilizar la marcha del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Del Castillo aseguró que está dispuesto a renunciar si Romero puede probar sus afirmaciones. «Si él demuestra que esto es cierto, yo puedo alejarme del cargo; y si no es así, que levante la marcha», declaró, enfatizando su disposición a demostrar que las acusaciones son infundadas.
Además, el ministro criticó a Romero por lo que considera una tendencia a mentir y desafió a los medios de comunicación a verificar la supuesta presencia de estos grupos en la casa de Dircabi. “Quienes están generando violencia y convulsión son quienes vienen con la ‘marcha de la muerte’”, agregó.
La Policía Boliviana también salió en defensa del Gobierno, desmintiendo cualquier involucramiento en la creación de grupos de choque, a través de un comunicado que señala que no hay evidencia de tales agrupaciones. Las declaraciones de Morales y sus seguidores sobre un plan violento del Gobierno no han podido ser respaldadas con pruebas concretas.