En respuesta a los devastadores incendios forestales que afectan al oriente boliviano, el presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez, ha propuesto una «reforma normativa ambiental» como solución para enfrentar la crisis ecológica. Rodríguez afirmó que varias leyes vigentes en Bolivia contribuyen a la exacerbación de los incendios y destacó la necesidad urgente de revisar y modificar estas normativas.
“Hoy, el daño a nuestra Madre Tierra es irreparable. Los incendios son el efecto de la deforestación sin control estatal”, declaró Rodríguez en sus redes sociales. Según el senador, el actual marco normativo permite prácticas que agravan la situación, especialmente en lo que respecta a la deforestación y la quema incontrolada de bosques.
Rodríguez hizo un llamado a revisar en detalle las leyes 337, 740 y 1171. La Ley 337 y la Ley 740, según el senador, facilitan el uso de tierras que han sido desmontadas sin autorización, permitiendo una producción agrícola sin restricciones y sin la debida restitución de los bosques afectados. Por su parte, la Ley 1171, que regula el uso y manejo racional de las quemas, establece normas para obtener permisos para realizar quemas controladas, pero Rodríguez argumenta que también ha sido mal utilizada para justificar prácticas perjudiciales.
El presidente del Senado se unió así a las voces que claman por la abrogación de estas leyes consideradas “incendiarias”. La propuesta de reforma busca no solo revisar y modificar estas leyes, sino también implementar medidas más estrictas para proteger el medio ambiente.
En paralelo, el Gobierno ha declarado una «pausa ambiental» indefinida, suspendiendo los permisos para quemas autorizadas y planteando sanciones más severas, que incluyen penas de hasta 12 años de prisión para quienes realicen incendios forestales ilegales. Esta medida se alinea con la creciente preocupación por los efectos destructivos de las quemas no reguladas y busca mitigar el impacto ambiental de las actividades humanas.