La provincia de Salta, Argentina, ha mantenido su decisión de cobrar por la atención médica a ciudadanos extranjeros en sus hospitales, una medida que ha causado tensión con Bolivia. A pesar de la solicitud de la cónsul boliviana, Felipa Huanca, para revisar la medida y suscribir nuevos convenios, el gerente del Hospital San Vicente de Paul, Fabián Valenzuela, ha rechazado la propuesta.
El cobro fue establecido por un decreto del gobernador Gustavo Sáenz y ratificado por la Legislatura local. Valenzuela explicó que la solicitud de la cónsul estaba fuera de lugar, comparándola con una petición para que él no cumpla la ley en su país. El Hospital San Vicente de Paul ha visto una drástica reducción en la concurrencia de extranjeros, que ha pasado de 300 personas por semana a solo cinco.
Desde abril, las tarifas para extranjeros en Salta van desde $100.000 (Bs 721) por día de internación hasta $250.000 (Bs 1.803) por internación en terapia intensiva o neonatal, con un aumento del 20% en el segundo semestre del año. Esta medida ha permitido a la intendencia de Orán ahorrar 60 millones de pesos en el sector salud.
El ministro de Salud de Salta, Federico Mangione, defendió la medida, citando la falta de reciprocidad en Bolivia, donde los argentinos enfrentan dificultades para recibir atención médica en situaciones de urgencia sin pago. A pesar de las críticas, Salta sigue aplicando la ley, mientras el debate sobre la reciprocidad en la atención médica continúa.