El sector panificador de Tarija ha decidido reducir el tamaño del pan de 100 a 70 gramos, mientras mantiene el precio en un boliviano. Esta medida, anunciada por Dilbert Flores, dirigente de los panificadores de San Lorenzo, responde al aumento insostenible de los costos de producción, especialmente el incremento en el precio de la harina.
Antes de la pandemia, el quintal de harina costaba 160 bolivianos. Sin embargo, para agosto de este año, el precio ha subido a 300 bolivianos, generando una carga inflacionaria significativa para los panificadores. Esta situación ha llevado a los productores a ajustar el tamaño del pan para poder cubrir los costos sin aumentar el precio al consumidor.
Flores también criticó el incumplimiento de los acuerdos del Gobierno Nacional respecto a la importación de harina con cero arancel, un beneficio que se había prometido para aliviar los costos. La harina que abastece a Tarija proviene en su mayoría de Argentina, y el incremento del tipo de cambio del peso argentino ha impactado negativamente en los costos de producción.
El ajuste en el tamaño del pan es una medida temporal mientras se buscan soluciones para mitigar el impacto de los costos elevados y se espera que el Gobierno tome acciones para cumplir con los compromisos asumidos y apoyar al sector panificador.