l asambleísta departamental de Tarija, Mauricio Lea Plaza, ha calificado el reciente intento de golpe de Estado como una «payasada», afirmando que se trata de una maniobra burda y torpe para distraer a la población de la crisis institucional y económica que atraviesa el país. En declaraciones contundentes, Lea Plaza señaló que esta crisis no se resolverá con fuegos artificiales ni montajes políticos, sino enfrentando los problemas de fondo que aquejan a Bolivia.
“Hay una crisis económica profunda, una crisis que no se va a revertir por más fuegos artificiales que se hagan. La situación de la crisis se está viviendo en la calle, en las familias bolivianas. Por otro lado, estamos viviendo una crisis institucional muy profunda, con un Órgano Judicial que está auto prorrogado y que ha sometido al Poder Legislativo bajo sus designios. En la práctica, estamos bajo la dictadura del Tribunal Constitucional”, manifestó Lea Plaza.
El asambleísta también se refirió a la crisis política, destacando que la situación nacional está cada vez más complicada. «Siento que esto ha sido un intento burdo y torpe de tratar de oxigenar al régimen que está viviendo una situación de crisis estructural. El agotamiento del movimiento masista está ya en su fase terminal y no creo que nada vaya a revertir esto», agregó.
Lea Plaza criticó duramente el espectáculo montado alrededor del supuesto golpe, argumentando que se trata de una estrategia del Gobierno para desviar la atención de los verdaderos problemas que enfrenta el país. «Este show que se ha armado para tratar de oxigenar al Gobierno, se ha caído por sus propios hechos. Creo que la consistencia de los hechos ha demostrado que esto no era un golpe ni un autogolpe, era una payasada”, concluyó.
Estas declaraciones se enmarcan en un contexto de creciente tensión política en Bolivia, donde el Gobierno de Luis Arce ha enfrentado múltiples desafíos tanto en el ámbito económico como en el institucional. La opinión de Lea Plaza refleja el sentir de un sector crítico que considera que el Ejecutivo está utilizando distracciones para evitar abordar las problemáticas de fondo que afectan a la ciudadanía.
Lea Plaza no es el único en expresar estas preocupaciones. Varios analistas y líderes de la oposición han señalado que el país necesita urgentemente reformas estructurales y una gestión más transparente y eficaz para superar la crisis. Mientras tanto, el Gobierno sigue intentando controlar la narrativa y mantener el apoyo de sus bases, aunque cada vez enfrenta mayor escepticismo y descontento social.
La situación en Bolivia continúa siendo incierta, con un clima político volátil que podría llevar a más confrontaciones en el futuro cercano. La ciudadanía, por su parte, observa con preocupación los eventos y espera soluciones reales que mejoren su calidad de vida y fortalezcan las instituciones democráticas del país.