La canciller de Bolivia, Celinda Sosa, ha descartado cualquier vínculo con trata de personas en el caso de los 65 bolivianos deportados tras intentar ingresar a Europa en un crucero. Según Sosa, las familias fueron engañadas por ofertas fraudulentas en internet y niega rotundamente la posibilidad de trata de personas.
Durante una rueda de prensa, Sosa afirmó que no hay evidencia de trata de personas en este caso, sino que se trata simplemente de bolivianos que cayeron en ofertas engañosas en línea.
De los 69 pasajeros involucrados, 65 fueron deportados a Bolivia la noche del jueves en un vuelo que los trasladó desde España hasta Viru Viru, Santa Cruz. Las autoridades migratorias españolas los deportaron debido a irregularidades en sus visas.
Hasta el momento, los afectados no han solicitado una investigación ni la devolución de su dinero, a pesar de las sospechas iniciales de estafa reportadas por sus familiares en España.
Solo cuatro pasajeros permanecieron en España: una mujer y sus tres hijos se quedarán excepcionalmente debido a que el padre tiene nacionalidad española.
El caso será investigado por la Dirección General de Migración para determinar las acciones legales correspondientes y se les ha decomisado los pasaportes con visas falsificadas.
La canciller subrayó la necesidad de elaborar protocolos para prevenir este tipo de situaciones en el futuro y aseguró que se están implementando medidas para evitar más víctimas en el país.