El presidente Luis Arce implementa cambios en su gabinete, realizando ajustes en cinco áreas, mientras mantiene intactos los sectores políticos y económicos, considerados estratégicos en su gobierno y que incluyen a figuras clave como los ministros de Justicia, Iván Lima, y de Gobierno, Eduardo del Castillo. Estos, junto con los ministros de Economía, Marcelo Montenegro, y de Planificación, Sergio Cusicanqui, encabezando el ala económica, así como la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, son conocidos como los «intocables». La coordinación cercana entre Arce y este grupo es destacada.
El presidente también mantiene al ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, a pesar de algunas controversias relacionadas con denuncias en su cartera. El proceso de cambio busca asegurar la seguridad vial en la región de Tarija.
Los ajustes ministeriales se llevan a cabo tras reuniones con organizaciones sociales, en las cuales se recogieron sugerencias para mejorar la eficiencia del gobierno. El presidente Arce reitera que los cambios responden a evaluaciones y resultados, destacando la importancia del trabajo conjunto con las organizaciones sociales. Sin embargo, las opiniones sobre estos ajustes varían, con algunos considerándolos un maquillaje y otros expresando que el Gobierno está en picada. El presidente escucha propuestas y observaciones de las organizaciones, manteniendo el compromiso con la gestión efectiva del país.