En medio de la constante división en el Movimiento Al Socialismo (MAS) y la pugna por su candidato presidencial rumbo a las elecciones de 2025, el vicepresidente David Choquehuanca volvió este miércoles a hablar de la necesidad de tener nuevos líderes en el país y consideró que el líder autoritario quiere “descerebrar” a la población para que todos repitan sus “imposiciones”.
“Hemos escuchado que nuestras hermanas están cansadas de la división, están cansadas de la confrontación entre nosotros los bolivianos, porque saben que el único ganador de la división, de la confrontación, es la pobreza. Por eso las hermanas Bartolinas han convocado a todos nosotros a construir unidad; (pero) hoy día, en algunos líderes políticos, prevalece el culto a la personalidad”, dijo.
Durante su participación en el 44 aniversario de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”, en La Paz, Choquehuanca agregó que el culto a la personalidad es la renuncia al respeto mutuo.
“Cuando existe el culto a la personalidad, prevalece la imposición de lo que el líder piensa; (es decir) cuando existe el culto a la personalidad todos tienen que pensar como le conviene al líder. Dicen que ‘donde todos piensan igual, nadie piensa’ y eso es lo que quiere el líder autoritario, quiere descerebrar, paralizar el pensamiento del pueblo, quiere que todos repitan sus imposiciones, persigue y encarcela la libertad de pensamiento”, remarcó.
Por esa razón, según el vicepresidente Choquehuanca, “algunos fanáticos no comprenden nada” y solo se constituyen en “carne de cañón” acatando órdenes sin pensar.
Incluso consideró que esos «fanáticos» renuncian de manera voluntaria a su poder de pensamiento, otorgando aquello a su caudillo que, según enfatizó, “es un fenómeno practicado en la Alemania nazi y la Rusia estalinista”.
Sin embargo, “nuestra patria exige hombres y mujeres que piensen, (…) necesitamos estimular la libertad de pensamiento, no queremos descerebrar a nuestro pueblo, yo no puedo pensar por la hermana o el hermano, yo tengo que respetar lo que piensan, y recoger lo que nuestro pueblo piensa”, afirmó la autoridad.
Indicó, además, que el tiempo de hacer maltad, de hacer el sabotaje, la calumnia, el desprestigio, la difamación, el racismo, el machismo y “de dañarnos entre nosotros”, tiene que terminar.
Pues, “en el pasado reciente, algunos líderes, por la codicia y por la ambición de poder, han tenido confrontado a nuestro país, han tenido convulsionado a nuestro país y (lo) han polarizado”, sostuvo.
Por eso, en su criterio, se necesita “alimentar nuevos liderazgos apegados a la verdad, a principios, a valores, y a la moral”.
“Hermanos, un líder decía que la revolución no solamente son los edificios, las carreteras, los hospitales, (sino) la revolución es fundamentalmente la moral. Necesitamos líderes con la moral intachable, tenemos que cuidar a nuestros jóvenes líderes para que no cometan errores; necesitamos líderes sanos y honestos”, puntualizó.
Fuente: El Deber