El primer ministro británico, Boris Johnson, aún no ha recibido los resultados de la investigación sobre posibles incumplimientos de las reglas de confinamiento por el Covid-19 durante varios encuentros sociales en Downing Street, incluyendo la fiesta de cumpleaños de Johnson en 2020. Durante su sesión semanal en la Cámara de los Comunes, Johnson, presionado por la oposición, se negó a dimitir hasta que no se conozcan las conclusiones de la investigación policial.
Boris Johnson no piensa renunciar de su cargo hasta que no se hagan públicos los resultados del informe interno y la investigación policial que se realizan por los múltiples encuentros sociales que supuestamente se realizaron en Downing Street mientras los ingleses sufrían los primeros confinamientos a causa de la pandemia de Covid-19.
Durante su comparecencia semanal ante el Parlamento este miércoles 26 de enero, el primer ministro británico rechazó los pedidos de la oposición para que renuncie. Sin embargo, aceptó que se le aplique una regla según la cual los ministros deben perder sus trabajos si han engañado al Parlamento intencionalmente.
Por su parte, el portavoz de Johnson informó que aún no han recibido el informe de la investigación, dirigido por la alta funcionaria Sue Gray.
Según la cadena BBC, el informe de Gray está esencialmente completo, pero aún no se lo han enviado al primer ministro y es probable que los parlamentarios tengan que esperar hasta el jueves, o incluso más días, para ver los resultados de la investigación.
El informe de Gray detallará, sin quizás atribuir responsabilidades, lo que ocurrió en la sede gubernamental durante los confinamientos.
Por ahora, se conocen varias reuniones que ocurrieron en la sede del Gobierno y casa del primer ministro, como dos encuentros el 15 y el 20 de mayo, que Johnson defiende que fueron con motivos laborales. Además, el 19 de junio de 2020, hasta 30 empleados podrían haber asistido a la fiesta de cumpleaños de Boris Johnson.
La oposición arremete contra Johnson en el Parlamento
Boris Johnson estuvo tenso y a la defensiva durante la sesión en el Parlamento de este miércoles, cuando rechazó dimitir mientras espera las conclusiones del informe que prepara Gray.
Fue el líder laborista, Keir Starmer, quien le preguntó a Johnson si pensaba dejar su cargo, ya que se ha demostrado que sí se organizaron celebraciones en su residencia en Downing Street y en el despacho oficial, violando de esta manera las restricciones por la pandemia en 2020.
La respuesta del primer ministro fue un “No” rotundo y, lleno de furia, acusó a Starmer de ser “oportunista” y tratar de obligarlo a responder sobre un asunto del que “no puede hablar aún”.
Además de esto, el líder de la oposición le dijo a Johnson que puso a Reino Unido en una situación “vergonzosa”, después de que la Policía Metropolitana de Londres confirmara el martes que investigará las reuniones en Downing Street que pudieron violar la normativa.
Para desencadenar un desafío en el liderazgo de Johnson, 54 de los 359 diputados conservadores en el Parlamento deben escribir cartas de censura al presidente del Comité de 1922 del Partido Conservador. El número de cartas enviadas se mantiene bajo secreto hasta que se alcanza el umbral de 54.
The public have had enough.
Labour will build a new Britain out of the pandemic that gives families, businesses and pensioners the security, prosperity and respect they deserve. pic.twitter.com/5WR89JR8a2
— Keir Starmer (@Keir_Starmer) January 26, 2022
Una vez se conozcan los resultados de la investigación policial, los “tories” podrían organizar una moción de confianza interna contra Johnson, que estaría obligado a dimitir como líder del Partido Conservador y primer ministro si la perdiera y sería sustituido por un candidato surgido de una elección interna.
Desde ya empiezan a sonar algunos nombres que tomarían el puesto de Johnson de llegar a ser derrocado: el ministro de Economía, Rishi Sunak, y la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss.
Cuando se le preguntó a Truss sobre las afirmaciones de que Johnson y su personal habían organizado una fiesta en Downing Street, mientras que al resto de los ingleses se les prohibió incluso despedirse en persona de sus familiares que fallecieron por coronavirus, la funcionaria dijo que algunos de los informes eran preocupantes. “Claramente tiene que haber un cambio en la cultura”, dijo la ministra a la BBC. “Necesitamos obtener los resultados del informe, necesitamos ver los resultados y solucionar los problemas que hay”.