El Barça dejó de jugar al fútbol en la Liga y ha pasado a defender el marcador como si disputara una eliminatoria de Copa. No deja de mirar la clasificación, espantado por sus dos últimas derrotas, temeroso por quedar fuera de la Champions. El fin justifica ahora los medios después de presumir de estilo y ADN. La meta es sobrevivir en estadios exigentes como el de Anoeta cuando se pelea por alcanzar el pase al torneo por excelencia de Europa. La diferencia fue un gol de Aubameyang. Ocurre que la Real tiene menos encanto y es más indulgente que nunca para suerte del Barcelona, que acabó dolorido y desvencijado, más afortunado que épico, resguardado por Ter Stegen y el 0-1.
El Barça juega mal y gana
El Barça dejó de jugar al fútbol en la Liga y ha pasado a defender el marcador como si disputara una eliminatoria de Copa. No deja de mirar la clasificación, espantado por sus dos últimas derrotas, temeroso por quedar fuera de la Champions. El fin justifica ahora los medios después de presumir de estilo y ADN. La meta es sobrevivir en estadios exigentes como el de Anoeta cuando se pelea por alcanzar el pase al torneo por excelencia de Europa. La diferencia fue un gol de Aubameyang. Ocurre que la Real tiene menos encanto y es más indulgente que nunca para suerte del Barcelona, que acabó dolorido y desvencijado, más afortunado que épico, resguardado por Ter Stegen y el 0-1.
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El Barça juega mal y gana
El Barça dejó de jugar al fútbol en la Liga y ha pasado a defender el marcador como si disputara una eliminatoria de Copa. No deja de mirar la clasificación, espantado por sus dos últimas derrotas, temeroso por quedar fuera de la Champions. El fin justifica ahora los medios después de presumir de estilo y ADN. La meta es sobrevivir en estadios exigentes como el de Anoeta cuando se pelea por alcanzar el pase al torneo por excelencia de Europa. La diferencia fue un gol de Aubameyang. Ocurre que la Real tiene menos encanto y es más indulgente que nunca para suerte del Barcelona, que acabó dolorido y desvencijado, más afortunado que épico, resguardado por Ter Stegen y el 0-1.